La agencia espacial japonesa, JAXA, ha restablecido contacto con la sonda SLIM después de pasar dos semanas a temperaturas extremadamente bajas en la Luna. Tras un alunizaje accidentado, la sonda ha demostrado una sorprendente resiliencia, desafiando las adversidades y superando expectativas.
El 19 de enero, Japón se unió al selecto grupo de países que han logrado aterrizar tecnología en la Luna con la sonda espacial SLIM. Sin embargo, el éxito inicial se vio empañado por un alunizaje no planificado que dejó la sonda volcada y sin capacidad para cargar energía a través de sus paneles solares. A pesar de los contratiempos, SLIM ha demostrado una impresionante tenacidad.
Después de 39 días, JAXA ha vuelto a restablecer contacto con la sonda y ha publicado nuevas imágenes capturadas por sus cámaras. Aunque la sonda no estaba diseñada para resistir las extremas temperaturas de la noche lunar, ha sobrevivido y mantenido sus capacidades de comunicación. Esto representa un logro notable para la ingeniería espacial japonesa.
Tras el accidentado aterrizaje, la sonda tuvo que esperar 10 días para que un cambio en la dirección de la luz solar permitiera alimentar sus paneles solares. Sin embargo, la alegría duró poco, ya que la llegada de la noche lunar presentaba un desafío aún mayor. A pesar de las preocupaciones de JAXA, la electrónica de la sonda ha demostrado ser más resistente de lo esperado, superando las gélidas temperaturas.
Ahora, la sonda enfrenta un nuevo desafío: soportar las extremadamente altas temperaturas en la superficie lunar. Aunque SLIM estaba destinada originalmente a una misión de una semana, su increíble perseverancia la ha llevado más allá de sus límites previstos.
A pesar de todas las adversidades, SLIM ha cumplido su principal objetivo al demostrar la tecnología japonesa para realizar alunizajes de precisión. La sonda ha continuado recopilando datos y fotografías de su entorno, desafiando las expectativas y dejando abierta la posibilidad de más descubrimientos en el futuro.
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