Un equipo de investigadores ha reconstruido con éxito los genomas de bacterias antiguas ahora extintas y ha recapitulado el papel de sus «genes maestros de conexión».
Gracias a los avances en las técnicas de análisis y extracción de ADN antiguo, un equipo internacional de investigadores ha reconstruido con éxito los genomas de bacterias que se encuentran en muestras de piedra caliza de neandertales y humanos primitivos, un nuevo descubrimiento que podría usarse para desarrollar nuevos antibióticos. logro científico…
Como se describe en un estudio publicado en la revista Science, los científicos obtuvieron y analizaron muestras de sarro de neandertales y 54 humanos anatómicamente modernos que vivieron a finales del Pleistoceno hace 100.000 años, viviendo en Europa y África. Durante el estudio, los investigadores utilizaron una técnica conocida como «ensamblaje de novo» para secuenciar más de 10 mil millones de fragmentos de ADN y reconstruir 459 genomas bacterianos meta genómicamente ensamblados (MAG), de los cuales alrededor del 75 por ciento se conocían a partir de la boquilla bacteriana.
Bacterias prehistóricas descubiertas
Entre las siete bacterias que no se encuentran en las rocas paleolíticas y neandertales, se destacan los microorganismos del género Chlorobacter, cuyo ADN contenía un conjunto de genes biosintéticos (BGC) responsables de la producción de moléculas biológicamente activas.
Los expertos utilizaron nuevas técnicas de biología molecular para equipar a las bacterias modernas con BGC antiguos, lo que permitió a los microorganismos reproducir la biosíntesis de estos genes antiguos y descubrieron que producen dos enzimas relacionadas con la fotosíntesis.
Según los investigadores, las bacterias Chlorobium modernas utilizan la fotosíntesis para sobrevivir en condiciones de poca luz y vivir en condiciones anaeróbicas, como agua estancada. Pero dejaron de ser parte del microbioma oral humano hace unos 10.000 años, lo que sugiere un cambio de hábito o estilo de vida.