El gobierno ha implementado un paquete de medidas económicas, conocido como «paquetazo», en respuesta a la profunda crisis en Cuba que atraviesa el país. Entre las medidas se incluye un alza del 400% en los precios de los combustibles, lo que ha generado gran incertidumbre en la población.
Al mismo tiempo, el gobierno cubano ha solicitado ayuda alimentaria a la ONU. El pedido se centra en la obtención de leche en polvo para la población infantil, en un contexto de escasez generalizada de alimentos y productos básicos.
Las medidas económicas, que entraron en vigor el 1 de marzo de 2024, incluyen:
- Aumento del 400% en los precios de los combustibles: gasolina, diésel y gas licuado.
- Incremento de las tarifas eléctricas para el sector estatal y residencial.
- Unificación monetaria: eliminación del CUC y el peso convertible, quedando solo el peso cubano.
- Reducción de subsidios estatales: eliminación de la libreta de abastecimiento para algunos productos.
- Apertura a la inversión extranjera: ampliación de sectores donde se permite la inversión privada.
El gobierno cubano argumenta que estas medidas son necesarias para «ordenar la economía» y «reducir el déficit fiscal».
La crisis en Cuba tiene múltiples causas, entre ellas:
- El embargo económico de Estados Unidos: que limita el acceso de Cuba al comercio internacional y la inversión extranjera.
- La caída del turismo: Debido a la pandemia de COVID-19 y las restricciones de viaje.
- La ineficiencia del sistema económico estatal: que genera altos niveles de burocracia y corrupción.
En resumen, el futuro de Cuba es incierto. Las medidas económicas implementadas por el gobierno podrían tener un impacto positivo en la economía a largo plazo, pero podrían generar dificultades en el corto plazo.
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