La Fed ha elevado las tasas de interés en 25 puntos básicos a un rango de 4,75% a 5%.
El incremento está en línea con previsiones del mercado, que confirman la intención del banco central de buscar equilibrio en la política monetaria.
Por un lado, en lo profundo del abismo de la hiperinflación, y por otro lado, en la línea férrea de la política monetaria.
La crisis bancaria comenzó con varias empresas medianas en el país y se extendió a Europa, lo que llevó al colapso del gigante bancario suizo Credit Suisse.
Si no hubiera sido por la crisis bancaria, este crecimiento probablemente se habría ralentizado, mitigado por los compromisos del gobierno de EE. UU. y los propios pasos de la Fed para asegurar el estatus bancario, lo que en realidad ejerció más presión sobre la economía, muchas monedas.
La ganancia fue la misma que a principios de febrero, pero por debajo de medio punto en diciembre, que también fue menos de cuatro puntos y cuarto antes.
En circunstancias normales, la Fed probablemente optaría por subir los tipos de interés medio punto básico.
Sin embargo, la debilidad de los bancos regionales puede haber jugado un papel decisivo en la limitación de las ganancias.
Mientras tanto, la Fed ha creado una «ventana de financiación» para los bancos, el equivalente a un rescate.
Es una situación que podría definirse como un mundo al revés.
Se cree que las tasas de interés más altas aumentan los diferenciales financieros de los bancos, la diferencia entre el interés que pagan al gobierno para asegurar el financiamiento y el interés que cobran a los clientes por los préstamos.
FUENTE:
https://www.elmundo.es/economia/2023/03/22/641b44eee4d4d8053b8b45a2.html