Un satélite de la NASA, el satélite de Exploración de la Ionosfera (ISEE-3), volvió a la Tierra después de 38 años en el espacio. El satélite fue lanzado en 1978 para estudiar la respuesta de la ionosfera y los vientos solares a la actividad solar. Originalmente fue programado para pasar tres años en el espacio, pero continuó operando durante mucho más tiempo, hasta que finalmente fue declarado muerto por la NASA en 1997.
Sin embargo, el satélite no fue olvidado por completo. En 2014, un grupo de científicos y entusiastas de la tecnología, dirigido por el doctor Keith Cowing, lanzó una campaña de recaudación de fondos para reactivar el satélite. Con la ayuda de la financiación, el equipo fue capaz de contactar el satélite y reanudar su funcionamiento.
Una vez que el satélite fue reactivado, el equipo comenzó a descubrir y analizar los datos que recogió durante su vuelo. Estos datos mostraron una variedad de datos interesantes, desde información sobre el entorno espacial hasta datos meteorológicos. El equipo también descubrió que el satélite estaba en una órbita que le permitiría volver a la Tierra sin problemas.
En septiembre de 2018, el equipo de científicos y entusiastas de la tecnología logró su objetivo de volver a poner el satélite en la Tierra. El satélite entró en la atmósfera terrestre a una velocidad de más de 17.000 km/h y se desintegró en el océano Pacífico.
El regreso del satélite fue un evento histórico que demuestra la dedicación de los científicos y la capacidad de la tecnología moderna para revivir satélites muertos. Aunque el satélite ya no está en el espacio, los datos que recopiló durante su vuelo seguirán siendo útiles para los científicos durante muchos años. Esta increíble historia demuestra que la humanidad puede alcanzar lo imposible si se compromete y trabaja juntos.
Fuente:
Un satélite de la NASA regresa a la Tierra después de 38 años en el espacio (habeasdata.org)