Guerra

La invasión de Ucrania por Rusia en febrero de 2022 fue una sorpresa para muchos, que no creían que una guerra convencional pudiera volver a estallar en Europa. Sin embargo, el despliegue de tropas y material militar por parte de Rusia en la frontera desde diciembre de 2021, junto con los informes de inteligencia estadounidenses que advertían de una inminente invasión, señalaban que algo estaba en marcha. Desde entonces, la guerra ha sacudido muchas de las premisas básicas del sistema internacional. En este ensayo, se examinan algunas de las principales revelaciones que han surgido a raíz de este conflicto.

Una guerra convencional en Europa era posible después de todo por lo que está sucediendo en Ucrania

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, después de reunirse con el primer ministro de Reino Unido a principios de febrero. (Crédito: DANIEL LEAL/AFP vía Getty Images)

Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, la comunidad internacional ha trabajado para evitar una guerra convencional en Europa. Sin embargo, la invasión de Rusia a Ucrania demuestra que esa posibilidad seguía existiendo. Las dos últimas grandes guerras en suelo europeo dejaron saldos de unos 18 millones y 64 millones de muertos, respectivamente. Además, la paridad militar, tanto en el plano nuclear como convencional, de Estados Unidos y la Unión Soviética durante la Guerra Fría, contribuyó a disuadir el estallido de una guerra convencional como las de la primera mitad del siglo XX. Rusia ya no tiene paridad militar convencional con Estados Unidos, que le supera, pero retiene la paridad en materia de armas nucleares, es decir, ambos países mantienen la capacidad, en teoría, de destruirse mutuamente.

La OTAN tiene tensiones, pero sigue unida apoyando a Ucrania

La OTAN, una alianza militar liderada por Estados Unidos y creada durante la Guerra Fría, entró en una nueva etapa en 1991, tras la caída de su principal rival, la Unión Soviética. Durante las décadas siguientes, la utilidad de la alianza fue cuestionada, principalmente por Rusia, que argumentaba ya no ser una amenaza, pero también por sus propios miembros, que buscaban reducir el gasto militar. Las tensiones internas afloraron, al mismo tiempo que crecía la cantidad de países, en su mayoría de Europa del Este, que buscaban ingresar. Sin embargo, la OTAN ha mostrado una vez más su capacidad de respuesta en Ucrania, aunque con ciertas tensiones internas.

¿Y dónde está la ONU?

La ONU, surgida en 1945 como consecuencia directa de la Segunda Guerra Mundial, fue durante casi medio siglo el símbolo de la voluntad global de asegurar la paz tras las matanzas de la primera mitad del siglo XX. Sin embargo, su rol y peso han sido fuertemente cuestionados en las últimas décadas. En el caso de la guerra de Ucrania, la ONU ha brillado por su ausencia. El problema radica en el diseño de la organización: a pesar de su democrática Asamblea General, la ONU está dominada por las cinco potencias con asiento permanente y poder de veto en el Consejo de Seguridad, su órgano más importante. Estos cinco países son Rusia, Estados Unidos, China, Francia y el Reino Unido, los ganadores de la Segunda Guerra Mundial, y cualquier discrepancia entre ellos supone un veto para las acciones más contundentes de la ONU, como aplicar sanciones o movilizar fuerzas militares.

El bloqueo de la ONU por los intereses de los países miembros es una crítica recurrente que se le hace a la organización. Y en el caso de Ucrania, la ONU ha sido incapaz de detener la invasión rusa y poner fin al conflicto, en gran medida debido al veto ruso en el Consejo de Seguridad.

El mundo está más polarizado que nunca

Soldados ucranianos disparan en la ciudad recientemente recuperada de Kupiansk. (Crédito: Kostiantyn Liberov/AP)

El conflicto en Ucrania ha exacerbado las tensiones entre las grandes potencias del mundo. Rusia ha sido acusada de actuar agresivamente y violar la soberanía de Ucrania, mientras que los países occidentales han criticado duramente a Moscú y han impuesto sanciones económicas y diplomáticas contra el gobierno ruso.

El conflicto ha reforzado las alianzas regionales y globales. Por un lado, Rusia ha fortalecido su alianza con China, mientras que Estados Unidos y sus aliados europeos han intensificado su colaboración en seguridad y defensa.

La guerra cibernética es una realidad

La guerra de Ucrania también ha sido un ejemplo de la importancia de la guerra cibernética en los conflictos modernos. Desde los primeros días de la invasión, Ucrania ha sido objeto de ataques cibernéticos por parte de Rusia, que han afectado desde infraestructuras críticas como centrales eléctricas y sistemas de distribución de agua, hasta sistemas militares y gubernamentales.

El conflicto ha dejado en evidencia la necesidad de proteger los sistemas críticos y la importancia de la ciberseguridad en la defensa nacional.

La guerra en Ucrania ha sido un recordatorio de que el conflicto armado convencional en Europa sigue siendo una posibilidad y ha tenido consecuencias significativas en el sistema internacional. Ha expuesto las tensiones y divisiones en la OTAN y la ONU, y ha polarizado aún más el mundo. Además, ha sido un ejemplo de la importancia de la ciberseguridad en la defensa nacional en la era digital.

Fuentes:

https://cnnespanol.cnn.com/2023/02/23/analisis-revelaciones-guerra-rusia-ucrania-orix/