Fuente: Universidad de Oxford

Durante décadas, los astrónomos y aficionados a la astronomía han conocido a Urano y Neptuno como planetas de un azul intenso y un verde vibrante, respectivamente. Dado que ha sido una sorpresa espacial, sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista Nature Astronomy ha desafiado estas ideas preconcebidas, revelando el verdadero color de estos gigantes helados: un azul verdoso similar al de la menta.

¿Cómo se realizó esta sorpresa espacial?

Un equipo de investigadores de la Universidad de Oxford, liderado por el profesor Patrick Irwin, reanalizó datos de archivo de las misiones Voyager 1 y Voyager 2, las únicas naves espaciales que han visitado estos planetas. Utilizando técnicas avanzadas de procesamiento de imágenes, eliminaron el sesgo introducido por la atmósfera terrestre y la luz solar dispersa, obteniendo una representación más precisa del color real de Urano y Neptuno.

Los resultados del estudio son sorprendentes. Ambos planetas comparten un tono similar de azul verdoso, con Urano ligeramente más verde que Neptuno. Este color se debe a la presencia de metano en sus atmósferas, que absorbe la luz roja y refleja la luz verde y azul.

El descubrimiento tiene importantes implicaciones para la comprensión de la composición y la evolución de estos planetas. El color real de Urano y Neptuno nos da pistas sobre la abundancia de gases en sus atmósferas, la temperatura a diferentes altitudes y la formación de las nubes.

En resumen, estos hallazgos demuestran una vez más que, a pesar de décadas de estudio, el sistema solar aún guarda secretos sorprendentes. La tecnología y la investigación continua nos permiten ver más allá de las representaciones artísticas convencionales, ofreciendo una visión más precisa y reveladora de los misterios que yacen en los confines de nuestro propio vecindario cósmico. La verdadera cara de Urano y Neptuno ahora despierta la curiosidad y la emoción de aquellos que buscan comprender mejor la complejidad y la belleza de los planetas más lejanos de nuestro sistema solar.

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